martes, 25 de febrero de 2014

Los docentes rechazamos las “desmesuras” del ministro Kicillof

Luego de una reunión con los “sindicatos” docentes UDA, AMET, CEA y SADOP (todos nucleados en la CGT amiga que lidera el metalúrgico Caló) el profesor Axel Kicillof manifestó que los sindicalistas le “querían marcar la cancha” y que sus reclamos eran “desmesurados”. Claramente rechazamos estas declaraciones que no son más que un ataque a los salarios y condiciones de trabajo del millón doscientos mil docentes de todo el país y todos los niveles.

Marcar la cancha, profesor Kicillof, es que el gobierno, del que usted es ministro, fije desde hace dos años los salarios docentes por decreto, volviendo así a las prácticas “noventistas” al cesar las paritarias con el conjunto de trabajadores más grande del país, que somos nosotros, los docentes.

Marcar la cancha, profesor Kicillof, es que el salario mínimo garantizado por el gobierno nacional que cobraremos en pocos días sea (¡y desde hace un año!) $3.716 para el maestro de grado, el profesor secundario, el profesor terciario y el docente universitario. Es su intento, profesor Kicillof, de marcarle la cancha a todos los trabajadores al fijar por decreto este salario de miseria que es la mitad de la canasta básica.

Marcar la cancha, profesor Kicillof, es que su ministerio, el de educación, y la jefatura de gabinete junto con Macri, Scioli y todos los gobernadores, nos amenacen con que habrá un tercer año sin paritarias y que por decreto se nos imponga a lo sumo un 25% en cuotas, incremento que repudiamos por método, cuantía y por su distribución en cuotas a lo largo del año.

Desmesurada, profesor Kicillof, es la devaluación que usted implementó desde que asumió el ministerio y que, como dicen todos los textos que usted enseña, implica una rebaja del salario real de todos los trabajadores activos, pasivos y desocupados y licúa el presupuesto público (en nuestro caso el educación y de salud) y beneficia directamente a las empresas exportadoras, los pools de siembra, las mineras.

Desmesurado es el índice de inflación de enero del 3,6% (¡52,87% anualizado, profesor!) que come día a día el poder de compra de los salarios y que, junto con la desmesurada tasa de interés del 80% o más que soportamos en los créditos, paraliza nuestro nivel de consumo.

Desmesurada, profesor Kicillof, es la oferta a Repsol por más de U$S 5.000 millones, que pagaremos los argentinos por una empresa que nos saqueó y como usted afirmó nos debía dinero por el daño que nos ha causado. Así como desmesurada es la oferta al Club de Paris por reconocer deudas que tomara la dictadura. Mientras tanto, a los trabajadores se nos “ofrece” un 25% en cuotas y a los docentes se nos amenaza con un decreto.

La burocracia sindical, que denuncia en los medios sus declaraciones, se encuentra sin embargo en la política de un pacto social alrededor de porcentajes que serán devorados por la inflación.
Para quebrar los topes salariales del 25% y la miseria a los jubilados del 11,3% que anunció la Presidenta, es el movimiento obrero el que debe deliberar en cada lugar de trabajo y elaborar un plan de lucha por un aumento de emergencia de $3.000 para activos y jubilados, un mínimo de $8.500, convenios basados en la real canasta familiar y actualización mensual de acuerdo con la evolución del costo de vida.

Los docentes universitarios reclamamos un salario igual a la media canasta familiar para el cargo testigo $8.500, que no haya más docentes que trabajen gratis en la universidad, un incremento inmediato del presupuesto educativo que permita pagar estos salarios en todo el país y para construir más escuelas, aulas, bibliotecas y laboratorios y aumente el valor y la cantidad de las becas y asignaciones por escolaridad.

AGRUPACIÓN NARANJA DE DOCENTES E INVESTIGADORES UNIVERSITARIOS
20 DE FEBRERO DE 2014