jueves, 5 de diciembre de 2013

Luján: Por una Dasmi solidaria financiada por la universidad y el Estado.

No a la confiscación de nuestro salario.
Cobertura para todos, por una auditoria electa por los afiliados.

Muchos son los problemas que enfrentamos en nuestra obra social y para solucionarnos necesitamos una propuesta integral

Una obra social se funda sobre el principio solidario y no en principios de racionalidad económica. En los últimos meses DASMI ha buscado incrementar sus ingresos a partir de medidas que van contra el principio de la solidaridad: ha incrementado el piso mínimo del aporte del 3% de los ingresos de los trabajadores imponiendo el piso de un salario por dedicación exclusiva, de esta manera un docente que cobra por una designación simple aporta por una exclusiva, una aberración que representa una confiscación al salario. Ha aumentado el valor de las cuotas de los afiliados adherentes al doble, incluyendo los ad honoren que deben abonar por mes $ 600.- otra aberración de DASMI y de la Universidad donde los docentes, mal llamados ad honoren, no sólo pagan por trabajar sino que también por la obra social. Desde ADUNLu hemos solicitado que la Universidad se haga cargo de la obra social de los ad honoren. Otra forma que busco DASMI de financiarse fue pidiendo a los gremios que se hagan cargo de las cuotas mensuales de los afiliados jubilados.

Es evidente que existen problemas de financiamiento que se han aumentado a partir de los aumentos de los costos, pero los salarios docentes se han visto congelados por la imposición de una paritaria de 16 meses; por lo tanto es claro que la obra social percibe menos ingresos ya que los costos aumentan más rápido que los salarios. DASMI busco contrarrestar esta situación confiscando el salario de los trabajadores. Desde la agrupación Naranja de la UNLu –minoría en ADUNLu- sostenemos que quienes deben hacerse cargo de esta situación es la universidad y el estado no los trabajadores. Luego de que los trabajadores han conquistado poner un límite al impuesto al salario viene DASMI y nos quita lo recuperado. La solución a esta situación es la reapertura urgente de las paritarias, el correlato es claro: si los docentes obtenemos un aumento salarial la obra social aumenta sus ingresos.

Además de que nos confiscan lo que nos corresponde –nuestro salario- el Auditor nos niega sistemáticamente las autorizaciones para prácticas médicas solicitadas por los profesionales que atienden, y conocen, a nuestros afiliados argumentando pomposos criterios científicos y académicos internacionales ocultando que esos criterios son los delineados por el Banco Mundial. Ante una obra social adaptada a la lógica del sistema privado nosotros proponemos un sistema de salud integrado en el cual el centro sea el paciente y no la relación costo-beneficio. No a los coseguros, ni a los excesivos pagos de bonos. Lo  que garantiza un sistema de salud integrado es el aumento de salarios y un presupuesto nacional que garantice una obra social de calidad como sucede en otras administraciones públicas que dependen del gobierno nacional.

DASMI necesita una dotación extra de recursos, pero éstos no pueden provenir de los bolsillos de los trabajadores y un nuevo sistema de prestaciones que cubran realmente nuestras necesidades. En lugar de un Auditor, proponemos una junta integrada por representantes gremiales elegida mediante el sufragio de los afiliados.

Por la reapertura de las paritarias que es lo único que puede garantizar el financiamiento de la obra social.
Por una obra social que respete el principio solidario. No a la confiscación del salario.

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