domingo, 11 de mayo de 2014

Filo: 5 razones para votar por la Agrupación Naranja


¿Qué se elige?
La Mesa Ejecutiva de AGD-UBA, la comisión revisora de cuentas, las comisiones directivas de las distintas unidades facultades, colegios universitarios y el CBC.
 
¿Quiénes pueden votar?
Para Comisión Directiva de AGD-FFyL, todos los docentes de la Facultad.
A Mesa Ejecutiva de AGD-UBA, todos los docentes afiliados a la AGD.
Se vota con DNI.
 
¿Cuándo se vota?
Del lunes 26 al viernes 30 de mayo
 
¿Dónde y en qué horario se vota?
Los docentes de la Facultad de Filosofía y Letras pueden votar en Sala de Profesores de Puán, de lunes a viernes de 10 a 21. También habrá urnas habilitadas en la sede de 25 de Mayo (el martes 27 y el miércoles 28, de 10 a 20).

1. Para defender nuestro salario
El inicio del ciclo lectivo 2014 nos encuentra a los docentes universitarios enfrentando una situación salarial particularmente grave. En el marco de una inflación creciente, ya admitida por el propio gobierno, y de los recientes aumentos de tarifas en los servicios, los docentes universitarios no recibimos ningún aumento. Ocurre que el año pasado fuimos castigados por una paritaria a 16 meses, avalada y firmada por Aduba-Fedun, Feduba-Conadu, Ctera y Uda. La firma de ese convenio, violando la conquista histórica de las paritarias anuales, ha desvalorizado nuestro salario como nunca antes en la última década. La última cuota de aumento, 7% que cobramos en febrero, fue licuada por la inflación reconocida por el INDEC de los primeros dos meses del año. Con una inflación en el 2013 del 30% y más del 40% para el 2014, nuestro sueldo ya perdió un 40%.
La AGD es el único gremio de la UBA que denunció esta paritaria trucha y está llevando adelante una lucha por la reapertura inmediata de paritarias. Como siempre, lo hacemos con el método democrático de debate y elección de nuestros delegados en asamblea. Votá a la Naranja/Unidad Docente, en Filo y en la UBA, para seguir el reclamo de un aumento de emergencia del 35%, la media canasta para el cargo testigo (ayudante de 1° con dedicación semiexclusiva), la eliminación del impuesto a las ganancias y del tope a las asignaciones familiares.

2. Para que no haya más docentes ad honorem
En la UBA, más de diez mil docentes trabajan sin cobrar un salario, bajo el eufemístico título de “ad honorem”. En Filo, centenares de docentes están en esta situación, que reviste particular gravedad en carreras como Edición, Historia y Antropología.
Desde que la huelga de 2005 arrancara 2.000 designaciones en la UBA para docentes ad honorem, tanto el Rectorado como el CIN y el Ministerio de Educación han bloqueado la apertura de la segunda etapa del programa de salario para los ad honorem. Lejos de plantearse revertir este fraude laboral, tratan de encubrirlo con una nueva figura: los docentes no designados. Es decir, que se cubren cientos y cientos de horas cátedra con trabajadores que no tienen ningún papel que acredite su pertenencia a la universidad.
Es absolutamente inaceptable que miles de colegas sigan pagando por trabajar, sacando dinero de su bolsillo para viáticos, capacitación y formación, y materiales de estudio. Siguen sin derecho a ART, jubilación y obra social. Siguen sin salario. Este desprecio al trabajo de los docentes está en la base del proceso de mercantilización y privatización de la educación.
Reclamamos el salario para todos los docentes ad honorem, la designación de todos los que trabajan sin nombramiento y, en lo inmediato, el otorgamiento de obra social y ART. Desde la Naranja nos comprometemos a reorganizar una comisión de docentes ad honorem en Filo para organizar la lucha por estos reclamos.

3. Para terminar con la precariedad y la inestabilidad laboral
Como más de una vez hemos denunciado, la universidad es el “paraíso de la flexibilización laboral”. Más de 100 mil trabajadores de la educación universitaria somos interinos, contratados o monotributistas. Según los últimos datos oficiales, en Filo, aproximadamente el 35% de los dos mil cargos docentes tiene alguna forma de precariedad salarial. Casi 600 docentes cuentan actualmente con un salario inferior al de su cargo (habitualmente denominados “inadecuados”), un salario precario o trabajan sin cobrar un peso. Varias decenas de docentes están amenazados con las cesantías dispuestas por el Rectorado. Los compañeros del Laboratorio de Idiomas siguen trabajando como monotributistas, por contrato, convertidos por la Facultad en trabajadores “de segunda”.
No se trata solamente la precariedad salarial o la directa falta de salario. Otro de los problemas de los docentes de Filosofía y Letras es la escasez de concursos o, en clara relación con el problema salarial, la imposibilidad de muchos docentes de concursar porque sus cargos no cuentan con una partida presupuestaria propia (“salario genuino”). Este cuadro obliga a los docentes a tener que pedir renovaciones año tras año, sometidas al arbitrio de un titular o de la mayoría política de turno en una junta o el Consejo Directivo. Es así como en algunos departamentos se decide en forma arbitraria quién trabaja y quién no, quién cobra y quién no, y quién puede entrar a la carrera docente y la investigación y quién no.
Incluso en aquellos casos en que se realizan los concursos, se han planteado una gran cantidad de problemas. Aunque el nuevo reglamento de concursos de auxiliares prevé una “cláusula transitoria” que deja en mejor posición al docente que posee el cargo interino a regularizarse, en este último tiempo la gremial ha tenido constancia de numerosos inconvenientes de diversa índole en diferentes carreras, cuya consecuencia principal es que los docentes que vienen trabajando como interinos durante años no tienen asegurada su estabilidad laboral.
Reclamamos la regularización de todos los docentes interinos que tengan más de 24 meses en sus cargos y el pase a planta de todos los contratados y monotributistas. Por un convenio colectivo de trabajo que defienda la estabilidad laboral y la carrera docente. Para que AGD Filo se ponga a la cabeza de la pelea por la regularización y la estabilidad laboral, defendiendo los derechos de todos los docentes, votá a la Naranja.

4. Para defender nuestras condiciones de trabajo
La situación actual en la facultad está marcada por un agravamiento de las condiciones de precariedad de los docentes. Cada vez hay más dedicaciones simples y menos semiexclusivas y exclusivas, lo cual evidentemente redunda en un deterioro de los equipos de cátedra y va en desmedro de la calidad de la educación pública.
La caída en la matrícula estudiantil, por otra parte, pretende ser utilizada por las autoridades para reducir la planta docente. En un nuevo avance en la inestabilidad y precariedad laboral, se está votando sistemáticamente en contra de las “altas por bajas”, que antes se aprobaban en forma automática. Ahora, ante cada licencia, renuncia o fallecimiento, se evalúa si a la materia “le dan los números de inscriptos” para contar con un reemplazo. Lo mismo está ocurriendo con un conjunto de materias optativas, particularmente en la carrera de Historia, a la que se le ha negado la designación de docentes que son requeridos por el equipo de cátedra (¡en forma ad honorem!) para poder llevar adelante las tareas docentes.
Desde la Naranja defendemos el criterio votado por nuestra gremial de que haya un ayudante cada treinta alumnos como máximo. Es evidente que una reducción en la oferta de prácticos, junto con la escasez de aulas que obliga a ofertar horarios rídiculos de comisiones, redunda en una mayor baja en la matrícula, ante la menor oferta horaria que desestimula a los estudiantes, ya afectados por el ajuste realizado en las becas de apuntes. No queremos que el ajuste implique una reducción de los cargos docentes y una disminución de la oferta de cursada para los estudiantes: al contrario, defendemos la apertura de nuevos cargos y la construcción de nuevas aulas para poder mejorar la oferta horaria y desarrollar equipos de cátedra que puedan potenciar la docencia y la investigación de calidad.
A este problema se suma todo un cuerpo de miembros de las cátedras, los adscriptos. Esta figura sirve para taponar el ingreso de toda una masa de compañeros y compañeras a la carrera docente, que cumplen con tareas de apoyo e investigación sin ningún reconocimiento laboral, ni posibilidades de agremiación. Hoy, los adscriptos conforman al menos el 30% de la planta laboral del conjunto de las cátedras y equipos de investigación, debiendo pasar por esta instancia para aspirar, en un mínimo de casos, a convertirse en un auxiliar docente interino y ad honorem.

5. Para democratizar el gobierno universitario
Además de una grave situación salarial y laboral, los docentes universitarios enfrentamos toda una serie de problemas que se vinculan con un régimen de gobierno universitario antidemocrático. La gran masa de auxiliares e incluso los profesores interinos solo se encuentra habilitada para votar en el claustro de “graduados”, que tiene una representación minoritaria en los órganos de gobierno universitario. Lo mismo ocurre con los estudiantes. La consecuencia es un sistema que favorece las arbitrariedades, la administración de la miseria presupuestaria y el deterioro de las condiciones de trabajo y estudio de todos.
Desde la Naranja, en la conducción de AGD UBA, hemos denunciado las asambleas universitarias y las sesiones de Consejo Superior que se realizan detrás de vallados policiales (a pesar de que está prohibido). El actual régimen de gobierno universitario, antidemocrático y anticuado, no solo no refleja los problemas e inquietudes de los docentes sino que los profundiza, agravando las condiciones de precariedad salarial y laboral.
Desde la Naranja reclamamos la democratización del gobierno universitario y la reforma del Estatuto de la UBA, el claustro único docente (auxiliares y profesores) y la incorporación de los no docentes.

La única organización que puede impulsar la defensa y la acción por todos estos reclamos es una fuerte gremial de los docentes. Necesitamos que la AGD Filo vuelva a ser una gremial activa, con participación de los docentes, sin compromisos con las autoridades. Es a través de ese camino que la AGD UBA, con la conducción de la Naranja, ha obtenido todo un conjunto de reivindicaciones. La experiencia de la lista Violeta en la conducción de AGD Filo, adaptada a la gestión de la facultad, nos ha llevado a un fuerte debilitamiento de la gremial.
Te llamamos a apoyar a la Naranja para que la gremial vuelva a ofrecer un espacio capaz de resolver los problemas e inquietudes que se nos presentan a diario como trabajadores docentes de la universidad pública, problemas que exceden los espacios académicos (de cátedras, de equipos de investigación, de departamentos o de institutos) y cuya resolución apunta a cuestiones de política universitaria imposibles de solucionar desde el reclamo individual. Por esto llamamos nuevamente a todos los docentes de la Facultad que aún no lo han hecho a participar en la AGD.
Para defender nuestros derechos. Para impedir que se pierdan puestos de trabajo, para exigir más presupuesto, la regularización de toda la planta docente actualmente existente (incluidos los trabajadores del Laboratorio de Idiomas), becas y materiales de estudio óptimos y la posibilidad de hacer una carrera de docente/investigación sin atarnos a la demanda del mercado. Porque no hay otra manera de defender la universidad pública.
Por todo esto, te llamamos a votar por la Naranja/Unidad Docente, en AGD Filo y en AGD UBA.

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