A menos de quince días de votarse la nueva conducción de la CONADUH, las presentaciones e impugnaciones presentadas a la Junta electoral por parte de la lista "1 de Julio" (estructurada a imagen y semejanza de la fórmula Scioli-Zannini) ya demuestran claramente, como viene denunciando la Naranja, las intenciones políticas por quebrar la tradición histórica de lucha de la Conadu Histórica y someterla, a toda costa, a la cooptación gubernamental.
Mientras los representantes en la Junta Electoral votados por la lista Unidad trabajaron para garantizar la participación más amplia de afiliados y de listas, la representante de la lista 1 se esforzó por todos los medios para proscribir de la elección a asociaciones de base y entorpecer la aplicación de los plazos electorales, con maniobras acompañadas incluso por la intervención de un escribano público.
A esto siguieron presentaciones del apoderado de la Lista 1, Sergio Zaninelli, exigiendo la impugnación de padrones de seis asociaciones, con un intento de proscribir de la elección a más de 7.000 docentes universitarios, así como su convocatoria al Ministerio de Trabajo para intervenir en la elección. Los mismos que debieron pedir varias prórrogas para presentar su lista, concedidas sin condicionamientos, por no tener aceptaciones de candidaturas ni avales suficientes, no respetar el cupo femenino ni el orden de los cargos establecidos por el estatuto, además de haberse presentado luego del vencimiento del plazo fijado por el Estatuto y la Junta electoral, intentan ahora recurrir a personeros del gobierno nacional y a métodos propios de las burocracias sindicales para subsanar sus debilidades políticas e intentar impedir el voto de los afiliados.
La oficialización de los padrones se realizó con los mismos criterios utilizados por la Junta electoral de la elección anterior (2012)de la Federación, y con las pautas predominantes hoy en base a resoluciones de OIT y fallos de la CSJN, en sentido de favorecer la más amplia participación democrática de los afiliados a los sindicatos de base. La proscripción a una federación por no tener su padrón reconocido por las autoridades universitarias es poner en manos de la patronal —las camarillas universitarias que gobiernan gracias estatutos antidemocráticos, que mantienen ad honorem, lucran con los negocios de los “recursos propios” y sostienen sus propios sindicatos— la capacidad de proscribir a una asociación. Son los casos de Ardu (La Rioja), Aduntref (Tres de Febrero) y Sitradu (Entre Rios), Sidut (Tecnológica) y Aduncor (Córdoba) y AGD-UBA. La no oficialización constituiría un verdadero acto antidemocrático de restricción a la participación amplia de todas las Asociaciones de base. La impugnación que realizaran a AGD-UBA, el sindicato de más afiliados de la Conaduh y profundamente arraigado en la UBA a lo largo de sus dieciséis años de existencia, y a ADUNCOR, no se corresponde con los criterios fijados por el Estatuto. Cabe destacar además que la oficialización de esos padrones fue aprobada por unanimidad (resolución número 7) de la Junta Electoral.
Con muchos parecidos a lo que está sucediendo en la elección de ATE, está claro que las maniobras en la junta electoral pretenden usarse como ariete contra la Conaduh. La Naranja denuncia las mismas y llama la atención al conjunto de los afiliados del hecho de que son llevadas adelante por candidatos que han llegado a manifestar incluso públicamente su intención de unificarse con la Conadu Yasky. Nos encontramos frente a un ataque que debemos derrotar con una votación masiva por la lista 4, "Unidad de los trabajadores docentes de las universidades nacionales". Vamos con Unidad. Por una CONADUH independiente de los rectores y los gobiernos.
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