domingo, 10 de agosto de 2014

UNT: Las encrucijadas de una lucha histórica

La huelga general de los docentes universitarios tucumanos es una de las luchas más tenaces de las que se tenga recuerdo en esta provincia. Doce semanas de intensa movilización, asambleas masivas, piquetes, marchas, una toma estudiantil del Rectorado, un paro general que lleva más de 80 días.
Sus reclamos fundamentales son el salario y la estabilidad laboral (carrera docente).
La huelga tucumana dio impulso en el cuatrimestre pasado a la lucha docente universitaria nacional durante más de un mes y ha terminado de poner de manifiesto el carácter conservador, entreguista, de la burocracia sindical de Conadu Yasky y de la que actualmente conduce Conadu Histórica, que no han dudado en dejar aisladas no solo a Tucumán sino a San Luis y a Luján.
La huelga docente tucumana, también ha mostrado el carácter de la directiva de la CTA, que en estos largos 80 días no ha dado un solo paso práctico por el triunfo de la lucha de ADIUNT, uno de sus gremios adheridos.
La docencia tucumana se ha enfrentado a lo largo de este conflicto a una verdadera Santa Alianza que ha jugado y está jugando todas sus cartas para derrotar la huelga y frustrar los reclamos. El gobierno nacional, el gobierno provincial, los gobiernos del NOA, el propio Parlamento del NOA, la burocracia sindical y la burocracia estudiantil de todos los colores y bandos, las autoridades de la UNT y sus patotas, la justicia federal, el arzobispado.
Incluso el Acuerdo Cívico y Social que preside el titular de la UCR, José Cano, declaró que se ponía al servicio de las autoridades de la UNT y luego ha difundido que la prioridad del momento es “la vuelta a clases”, o sea el levantamiento de la huelga.
Todos han dejado de lado sus diferencias políticas y han cerrado filas en una política dirigida a aislar, hostigar, dividir y desmoralizar las filas de los huelguistas incluso cooptando dirigentes y agrupaciones vinculadas a la lucha.
Esta Santa Alianza ha contado con el apoyo de la mayor parte de los medios de comunicación locales.
La huelga a lo largo de este tiempo ha logrado sortear todos estos obstáculos, poniendo en evidencia el enorme empuje desde abajo, la emergencia de decenas de luchadores que se han ido transformando en los verdaderos delegados y voceros de la lucha y el mecanismo de las asambleas generales que se han transformado en un gran ámbito de deliberación y control del proceso de lucha.
Llegado a este punto, las autoridades de la UNT, están procurando quebrar la lucha desde adentro. En función de ellos, por medio de reuniones secretas acordaron con la CEPA (agrupación estudiantil que impulsa el PCR) el levantamiento de la toma si se fijaba fecha de convocatoria de la Asamblea Universitaria (que es la que tiene que establecer la Carrera Docente). La toma del Rectorado es una acción estudiantil de apoyo a la lucha docente, y se la promovió para contrarrestar la acción de los aparatos punteriles estudiantiles vinculados a las autoridades que habían ocupado la facultad de Bioquímica con la bandera de que se levante la huelga para volver a clase. La bandera de la toma del Rectorado es otra: “para volver a clase, que se satisfagan los reclamos docentes”. En este marco, la CEPA se arrogó un mandato que nadie le había dado y pasó a negociar los reclamos docentes. En su defensa planteó que había logrado que se convocara la Asamblea Universitaria para finales de noviembre, o sea cuando terminan las clases, hablaron de triunfo parcial de la lucha y que había que levantar la toma. Ese acuerdo fue rechazado en una asamblea general por los estudiantes y la toma del rectorado continuó, ante lo cual, la CEPA consecuente con los acuerdos con la autoridades decidieron retirarse de la Toma, desparramando luego a través de la redes todo tipo de infamia contra el PO, con el fin de justificar su conducta carnera.
Paralela a ello, se conocía una posición del agrupamiento docente orientado por el PCR que proclamaba prácticamente el levantamiento de la huelga si se lograba algo, dejando de lado toda consideración sobre el reclamo central, que el salario.
Las autoridades, al ver frustrada la maniobra de levantamiento de la toma, pasaron a una línea de provocaciones directas, físicas, contra la lucha.  Durante la semana pasada, realizaron una convocatoria, con solicitadas, saturando las redes, con apoyo de decanos, consejeros superiores y toda la burocracia estudiantil de los centros, con el propósito de recuperar el Rectorado. FRACASARON. La convocatoria de las autoridades fracasó (no juntó ni docentes ni estudiantes, sólo a un grupo del gremio No docentes y funcionarios). El jueves 6, por medio de una patota con apoyo de la Federal, recuperaron un sector del rectorado tomado.
Ahora el proceso está concentrado alrededor de las maniobras que se están pergeñando desde el Ministerio de Trabajo de la Nación, el gobierno de Alperovich y la Secretaría de Trabajo de la provincia junto a las autoridades de la UNT.
Luego de una resolución del Juez Federal intimando al Ministerio de Trabajo de la Nación, para que convoque a conciliación obligatoria, y que fue desoído por Tomada, reflejando el internismo político que recorren al gobierno de la UNT, donde la Rectora Bardón se ha alineado con Alperovich, pero ha desplazado a una franja de funcionarios vinculados a la Cámpora. En la decisión de Tomada, no son ajenas las presiones de la Cámpora de soltarle las manos a la Rectora.
Fue en esas circunstancias que Alperovich tomó el conflicto universitario como una cuestión de estado, y decidió convocar a una conciliación obligatoria desde la Secretaria de Trabajo provincial, algo completamente ilegal, y a la vez violatoria de la autonomía universitaria. En la resolución conciliatoria provincial se llama a acatarla bajo amenazas de descuentos, multas y otras sanciones.
Sin embargo, no han logrado su cometido y la movilización ha seguido firme, con marchas de antorchas, piquetes, etc... Un grupo de decanos se han negado a presentar las listas de ausentes como procedimiento para iniciar los descuentos.
Alperovich no se quedó de brazos cruzados y decidió hablar directamente con Tomada y como resultado de ello aparece la decisión del Ministerio de Trabajo de la Nación de delegar en la Secretaria de Trabajo provincial la tramitación de la conciliación obligatoria.
Existe la disposición de la vanguardia luchadora de rechazar esta nueva provocación contra la huelga. Una movilización el lunes y una asamblea general el próximo martes van a ser decisivos para volver a medir fuerzas.
En ese marco el comité de huelga, que hasta ahora ha jugado un rol auxiliar a la comisión directiva, debe transformarse en un factor decisivo de la organización de la docencia en las facultades y escuelas y convocar a todas las organizaciones que apoyan la lucha docente a organizar una jornada provincial de lucha y de la misma manera a multiplicar la iniciativa para masificar el apoyo juvenil, que ya se está expresando activamente en la toma del rectorado, con actividades que atraigan e integren a la juventud tanto universitaria como secundaria.
La Agrupación Naranja –tanto nacional como provincialmente- y la UJS, están a la vanguardia de todo este proceso y se está jugando 100% por el triunfo de esta lucha.
Diego Toscano

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