BASTA DE TRABAJAR GRATIS
BASTA DE CESANTÍAS, PRECARIEDAD LABORAL E IRREGULARIDADES SALARIALES
NINGÚN DOCENTE SIN EL SALARIO QUE LE CORRESPONDE
Vení a la asamblea docente de Filo el martes 9 de octubre.
Discutamos un plan de lucha por todas nuestras reivindicaciones
Sumate al paro de 72 horas convocado por Conadu Histórica los días 9, 10 y 11 de octubre
El miércoles 10 marchamos junto a AGD-UBA por salario igual a la canasta familiar, contra el impuesto al salario y los cambios a la ley de ART
Sumario
1. La campaña por la regularización salarial en Filo. ¿En qué punto estamos? ¿Cómo seguimos?
2. Necesitamos una AGD Filo independiente de la gestión. ¿Atacar al movimiento estudiantil es defender los intereses de los docentes?
3. Nuevo edificio de Filo. Momentos decisivos.
1. La campaña por la regularización salarial en Filo. ¿En qué punto estamos? ¿Cómo seguimos?
La situación laboral de los docentes universitarios está marcada por la precariedad. En todo el país enfrentamos no solo las múltiples formas de inestabilidad e irregularidad en cuanto a salarios y condiciones de trabajo --somos un gremio que no cuenta con un convenio colectivo de trabajo único a nivel de todo el país-- sino los avances privatizadores y flexibilizadores que buscan descargar los costos sobre los hombros de quienes trabajamos en la educación pública. Ha sido con la tenaz lucha de los docentes, junto al movimiento estudiantil, que conseguimos una importante cantidad de reivindicaciones: no fue sino con la enorme huelga de 2005, por ejemplo, que logramos el blanqueo salarial, lo que dio un golpe a la precariedad y permitió incrementar nuestros salarios. Año tras año, sin embargo, el gobierno impone techos salariales inferiores a la inflación, que deterioran nuestros ingresos, además de rechazar cualquier reapertura de un plan para terminar con el trabajo gratuito. Este año, impusieron un aumento salarial que apenas supera el 20%, cuando todos sabemos que enfrentamos una inflación que está bien por arriba del 25% anual.
Si este es el marco de todo el país, la situación de la UBA no es menos grave. A las condiciones de precariedad e inestabilidad laboral y salarial que sufrimos los docentes en todo el país, se agrega el intento de nuestra universidad de dejar cesantes a más de 600 docentes de más de 65 años, violando así nada menos que una ley nacional obtenida gracias a la lucha de nuestro gremio y que establece el 82% móvil de jubilación y el derecho a opción para que los docentes puedan seguir en sus cargos una vez cumplida esa edad. La UBA tiene miles de docentes trabajando gratis: no solo se niega a asignarles un salario o, al menos, ART y obra social, sino que incluso los desconoce como tales, planteando que no debieron haber sido designados por las facultades respectivas.
¿Qué pasa en Filo?
La situación en Filosofía y Letras no escapa a este cuadro general: es, más bien, una buena expresión de todos los problemas que enfrentamos los docentes universitarios. De los 2.000 cargos docentes que tiene la facultad, aproximadamente el 35% tiene alguna forma de precariedad salarial. Casi 600 docentes cuentan actualmente con un salario inferior al de su cargo (habitualmente denominados “inadecuados”), un salario precario o incluso trabajan sin cobrar un peso. Varias decenas de docentes están amenazados con las cesantías dispuestas por el Rectorado.
Los problemas no son solamente la precariedad salarial o la directa falta de salario --aunque esa es, sin duda, una cuestión absolutamente prioritaria que debe estar en primer lugar en la agenda gremial. Otro de los problemas de los docentes de Filosofía y Letras es la escasez de concursos o, en clara relación con el problema salarial, la imposibilidad de muchos docentes de concursar porque sus cargos no cuentan con una partida presupuestaria propia (“salario genuino”). Este cuadro obliga a los docentes a tener que pedir renovaciones año tras año, sometidas al arbitrio de un titular o de la mayoría política de turno en una junta o el Consejo Directivo. Es así como en algunos departamentos se decide en forma arbitraria quién trabaja y quién no, quién cobra y quién no, y quién puede entrar a la carrera docente y la investigación y quién no.
Incluso en aquellos casos en que se realizan los concursos, se han planteado una gran cantidad de problemas. Aunque el nuevo reglamento de concursos de auxiliares prevé una “cláusula transitoria” que deja en mejor posición al docente que posee el cargo interino a regularizarse, en este último tiempo la gremial ha tenido constancia de numerosos inconvenientes de diversa índole en diferentes carreras, cuya consecuencia principal es que los docentes que vienen trabajando como interinos durante años no tienen asegurada su titularización, como reclamamos siempre desde la Agrupación Naranja por entender que es responsabilidad de la universidad haber prolongado la situación irregular del interinato durante un período tan extenso.
A este problema se suma todo un cuerpo de miembros de las cátedras, los adscriptos. Esta figura sirve para taponar el ingreso de toda una masa de compañeros y compañeras a la carrera docente, que cumplen con tareas de apoyo e investigación sin ningún reconocimiento laboral, ni posibilidades de agremiación. Hoy, los adscriptos conforman al menos el 30% de la planta laboral del conjunto de las cátedras y equipos de investigación, debiendo pasar por esta instancia para aspirar, en un mínimo de casos, a convertirse en un auxiliar docente interino y ad honorem.
La política de la actual conducción de AGD Filo
La actual conducción de la AGD Filo (lista Violeta) sigue sin tomar la iniciativa para avanzar en todas estas reivindicaciones postergadas que nos afectan a los docentes de Filosofía y Letras. En el primer cuatrimestre se realizó una asamblea, en la que participaron más de cincuenta docentes, que votó un plan de acción para lograr la “regularización salarial” en la facultad: esto es, que cada docente tenga el salario que le corresponde, terminando con los ad honorem, los salarios precarios, los denominados “inadecuados” y todo tipo de irregularidad laboral. A propuesta de la Naranja, realizamos una jornada de difusión y agitación en la facultad. Luego se presentó un proyecto en el Consejo Directivo que dispone la regularización salarial de los docentes de la facultad.
La campaña, sin embargo, se encuentra en un impasse. Aunque, como ya había ocurrido el año pasado con una propuesta similar, el proyecto fue aprobado por el Consejo Directivo, la situación de los docentes de la facultad no se ha modificado en nada: seguimos con centenares de ad honorem, con las denominadas rentas precarias e inadecuaciones renta-cargo y cargo-tarea. Los únicos nuevos salarios son los que van apareciendo, por “goteo”, a medida que se “libera” algún otro por licencias, renuncias o muertes de otros docentes. Con ese método los docentes que están en situación de ad-honorem están tardando plazos de no menos de cinco años para acceder a su salario desde que son designados. Además surgen todo tipo de arbitrariedades, porque no todas las carreras respetan el criterio de la gremial, votado por asambleas masivas de docentes, que establece que las “rentas liberadas” se asignen por un estricto orden de antigüedad. Las resoluciones aprobadas por el Consejo Directivo en 2011 y 2012 han quedado en simple letra muerta, aprobadas incluso con los votos de una gestión que no ha hecho absolutamente nada para que los fondos necesarios aparezcan.
Tal como ha sido encarada por la actual conducción de AGD Filo, la campaña por la "regularización salarial" nos ha llevado a un callejón sin salida. La lista Violeta encaró la campaña poniendo todas sus fichas en la aprobación de una resolución por parte del Consejo Directivo y confiando en que debíamos plantearnos “como facultad”, es decir docentes y autoridades en forma conjunta, la obtención de parte del Rectorado y las autoridades del Ministerio de los fondos necesarios para la regularización salarial. Desde la Agrupación Naranja sostuvimos una crítica a esta perspectiva: por un lado porque, así planteada, implica una división entre el conjunto de los docentes de la UBA llevando a los de cada facultad a actuar junto a sus respectivas autoridades para obtener una mejora en su situación. Por otro lado, y aún más grave, porque suponía una confianza en la gestión de Filo, esperando que a partir de una resolución del Consejo Directivo de la facultad ésta sería capaz de obtener una transferencia de fondos hasta ahora negada por las autoridades. Las consecuencias están a la vista: la gestión de Filo se lava las manos, aduciendo que ya hizo lo que podía hacer al aprobar la resolución en el Consejo Directivo. La resolución queda como una letra muerta sin ningún valor, porque no es aprobada por el Consejo Superior.
Desde la Agrupación Naranja advertimos que la campaña para que todos los docentes tengan el salario que les corresponde no podía desenvolverse sobre la base de una confianza en la gestión, que dirige la facultad desde hace años sin modificar un estado de cosas que perpetúa las condiciones de precariedad laboral y salarial de todos los docentes.Nuestra propuesta es que la asamblea vote relanzar la campaña para terminar con las irregularidades salariales en Filo: el objetivo debe ser sumar a diversas actividades de difusión y agitación a la mayor cantidad de compañeros, fundamentalmente a aquellos afectados por el trabajo gratuito o precario, para dar visibilidad a nuestro reclamo y avanzar en medidas de lucha tanto en la facultad como en coordinación con el conjunto de los docentes de la UBA. No va a ser a través de la confianza en la gestión sino a través de la participación y el protagonismo de los docentes como lograremos obtener nuestras reivindicaciones.
Basta de trabajar gratis. Basta de inestabilidad laboral.
Por la regularización de todos los interinos. Por el salario genuino para todos.
Ningún docente sin el salario que le corresponde.
Por la unidad con el movimiento estudiantil en la lucha por la defensa de la universidad pública.
¿Sabías que en la UBA más del 80% de la planta docente que cobra salario es interina, monotributista, contratada o tiene sus concursos vencidos?
¿Sabías que hay miles y miles de docentes que trabajan sin cobrar salario, sin tener ART ni obra social ni aportes jubilatorios?
¿Sabías que, como si esto no bastara, nuestros salarios siguen muy lejos del justo reclamo de salario para el cargo de 40 horas igual a canasta familiar con nomenclador por categorías y antigüedad, a lo que se suma el hecho de que pierden año a año frente a la inflación?
¿Sabías, además, que el Rectorado y el Consejo Superior de la UBA dejaron en la calle a más de 150 docentes que cumplieron 65 años y amenazan con cesantear a otros 500 a fin de año?
Porque lo sabemos, digamos basta.
Vení a la asamblea docente del 9 de octubre. Participá de las medidas de lucha. Sumate a la Agrupación Naranja.
2. Necesitamos una AGD Filo independiente de la gestión
¿Atacar al movimiento estudiantil es defender los intereses de los docentes?
La adaptación de la lista Violeta a la gestión de la facultad, que no es nueva, se ha profundizado en el último período de un modo alarmante. La completa parálisis de la campaña por la regularización salarial no ha motivado ningún pronunciamiento por parte de la actual conducción de la gremial, que en cambio acaba de sacar un extenso comunicado concentrado en atacar al movimiento estudiantil de la facultad por sus reclamos en torno al nuevo edificio (ver aparte). Se trata de un método equivocado, que no solo no contribuye a desarrollar la necesaria unidad entre los que trabajamos y estudiamos en Filo sino que, aún peor, corre el eje de lo que es la verdadera agenda de reclamos y reivindicaciones que tenemos los docentes de la facultad.
¿Acaso los problemas que enfrentamos los docentes de Filo tienen como responsable al movimiento estudiantil y su "intransigencia"? La propia comisión tripartita donde se desarrollan las negociaciones entre los diferentes gremios de la facultad y la gestión fue un resultado de la lucha que llevaron los estudiantes --apoyados por numerosos docentes-- en el año 2010. Las demoras y dificultades para avanzar en el edificio que necesitamos los que trabajamos y estudiamos en Filo no se deben a trabas impuestas por los estudiantes, sino que son responsabilidad, en primer lugar, de las autoridades de la facultad.
¿Atacar a los estudiantes que pelean por un edificio para todos es la tarea prioritaria de la gremial docente de Filo? Desde la Naranja creemos que las prioridades son otras: avanzar en un plan de lucha por la regularización salarial, que a pesar de lo votado en la asamblea del primer cuatrimestre ha quedado en letra muerta; discutir cómo enfrentamos los problemas que se generan a cada momento con los concursos de regularización de interinos; reinstalar el debate y la movilización para terminar con el trabajo gratuito de centenares de compañeros; preparar y masificar en la facultad la lucha contra las cesantías de la UBA, que alcanzan a numerosos docentes de Filo.
La adaptación de la lista Violeta a la gestión de la facultad ha llegado muy lejos, hasta convertirse en una traba real para la actividad de nuestra gremial.
3. Nuevo edificio de Filo. Momentos decisivos.
Como todos los integrantes de Filosofía y Letras sabemos, el actual edificio de nuestra facultad se encuentra lejos de cubrir las necesidades de espacio, seguridad, higiene y recursos suficientes para un funcionamiento pleno de nuestras actividades. La construcción de un edificio con entrada por la calle Bonifacio e integrado al actual, con aulas de grado, un comedor universitario y una guardería, se ha convertido en los últimos años en una demanda constante del movimiento estudiantil y docente.
Luego de la toma estudiantil del año 2010 se constituyó una comisión multisectorial conformada por miembros de los distintos claustros, junto a integrantes de los diferentes gremios de nuestra facultad. Se trató de un paso adelante, en tanto la intención original de la gestión era avanzar de manera unilateral en un proyecto de nuevo edificio volcado fundamentalmente a las necesidades del posgrado y que no tenía en cuenta las necesidades y reclamos del conjunto de la comunidad universitaria. En las reuniones de la comisión, a pesar de los múltiples obstáculos y trabas puestos por la gestión, se logró incluir la construcción de un comedor y una guardería en el actual edificio (el único espacio con las condiciones suficientes) y establecer que el nuevo edificio (que contará con aulas y oficinas) esté integrado al actual, y no separado como en la propuesta original.
Una vez llegado a este punto faltaba aún el financiamiento necesario para la obra. A lo largo de 2012 la gestión de la facultad no volvió a convocar a la comisión, que a excepción de una reunión a fines del primer cuatrimestre no volvió a funcionar hasta el mes de agosto. En esa reunión, la Agrupación Naranja y el conjunto de los estudiantes, como es lógico, esperamos que se planteara cómo se iba a realizar el pedido de todo el presupuesto necesario. Pero no. No fue así. La gestión trajo la propuesta de elevar en forma inmediata, para solicitar el financiamiento al Consejo Superior, un pliego que no incluía el pedido por algunos de los principales reclamos, como la construcción del comedor universitario, la guardería, o los arreglos del edificio actual.
Lo que resulta verdaderamente sorprendente y debe llamar la atención de todos los docentes es que en la reunión de agosto el principal vocero y defensor de esta nueva maniobra de la gestión fue la lista Violeta. Sin que mediara ninguna discusión con el conjunto de los docentes de la facultad en una asamblea, la actual conducción de AGD-Filo propuso dividir el reclamo de financiamiento, separando así las reivindicaciones, y proponiendo elevar tres “pliegos” diferentes. Uno inicial, solicitando el financiamiento del nuevo edificio, y un segundo y tercer pliego (a futuro) luego de presupuestar los costos del comedor y la acustización de un aula. La propuesta conjunta de la gestión y la mayoría de AGD-Filo fue llevada por los estudiantes para ser discutida en su asamblea: su respuesta fue el rechazo y el reclamo de que se eleve un pliego único exigiendo al Rectorado el financiamiento total de la obra. En la siguiente reunión de la comisión multisectorial, el pasado 17 de septiembre, el representante de la lista Violeta se constituyó nuevamente en vocero de la gestión, acusando a los estudiantes de “no querer dialogar”, por no aceptar lo que era su propuesta y les atribuyó haber tomado la facultad con una excusa “improcedente”. Rechazamos esta intervención, no solo porque creemos en la libertad de cada sector de tomar medidas de lucha por los reclamos que crean correspondientes sino también porque soslaya que entre las reivindicaciones de los estudiantes estaba además el reclamo por las becas y el apoyo al paro docente impulsado por la propia AGD-UBA.
Lo cierto es que la gestión de Filo sostiene a la comisión multisectorial como un espacio para “dialogar”, mientras que por lo bajo (con la complicidad de la Lista Violeta) decide lo que quiere. Luego de meses sin convocar a ninguna reunión, ahora se pretende “apurar el trámite”, para elevar un pedido que no incluye el financiamiento para reubicar las oficinas e institutos del 3er y 4to piso, que no contempla los arreglos necesarios en la inundable Biblioteca ni el financiamiento para el comedor universitario y la guardería. No se trata de un problema administrativo: cualquier obra puede licitarse con uno o más pliegos. La cuestión es que evidentemente un pedido de presupuesto que excluya lo que son algunas de las reivindicaciones más importantes de los estudiantes y los docentes, como el comedor o la guardería, sería un retroceso político para lo que ya hemos obtenido tras varios años de movilización y debates. Es perfectamente posible, tanto desde el punto de vista técnico y administrativo como político, elevar en forma inmediata el pedido de financiamiento para el nuevo edificio y para las obras en el actual. Los integrantes de la Agrupación Naranja expusimos en la reunión de la comisión y sostenemos como propuesta que la gestión elabore inmediatamente el presupuesto para estos arreglos y lo eleve a Rectorado como un pliego único de financiamiento junto con la construcción del nuevo edificio integrado al actual.
En la última reunión de Comisión Directiva de AGD-Filo, reclamamos la realización de una Asamblea Docente donde podamos discutir de conjunto sobre las demandas y la forma de elevar el pedido de financiamiento para acercar a la comisión multisectorial del miércoles 10.
Desde la Agrupación Naranja entendemos que todos los docentes debemos involucrarnos en este tema y exigir un edificio con las mejores condiciones de trabajo y hábitat para poder desarrollar adecuadamente nuestras tareas de docencia, investigación y estudio. Nuestra gremial no puede convertirse en un aliado de la gestión para enfrentar al movimiento estudiantil de la facultad, que siempre ha sido un factor de apoyo a nuestras luchas y reivindicaciones. Las necesidades de los docentes de la facultad van de la mano con las de los estudiantes: un edificio integrado, que responda a los reclamos de toda la comunidad educativa, cuyo financiamiento sea exigido sin más demora por la gestión a las autoridades que corresponden.