domingo, 6 de abril de 2014

En Filo, organizate junto a la Naranja para defender tus derechos

El inicio del ciclo lectivo 2014 nos encuentra a los docentes universitarios enfrentando una situación salarial y laboral particularmente grave. En el marco de una inflación creciente, ya admitida por el propio gobierno, y de los recientes aumentos de tarifas en los servicios, las paritarias de este año se han convertido en un episodio clave. Lo que está en juego es si nuestros salarios van a recomponerse al nivel de la inflación, o si vamos a sufrir un nuevo deterioro en nuestro ingreso. La huelga de los docentes bonaerenses, que se extendió por más de quince días, puso esta cuestión en el centro de la escena: aunque insuficiente y rechazado por gran parte de los activistas en las asambleas, el aumento conseguido fue producto de la gran lucha y superó con creces el “tope” de 23% que traían como propuesta tanto el gobierno nacional como el de Scioli.

En este contexto, ¿qué ocurre con los docentes universitarios? El año pasado el gobierno firmó con las federaciones sindicales afines (Conadu y Fedun, representadas en la UBA por Feduba y Aduba) una paritaria por dieciséis meses. Esto implica que los docentes universitarios de todo el país ni siquiera estamos en el marco de una negociación salarial y no tendremos ningún incremento en nuestros haberes hasta después de iniciado el segundo cuatrimestre. La última cuota de aumento firmado el año pasado, de un irrisorio 7%, la cobramos en febrero y ya fue licuada por la inflación de los primeros meses del año. La Conadu/Feduba incluso salió a plantear que el modo de defender el salario… es sumarse al control de los “precios cuidados”. Una burla.

No se trata solo de la falta de aumento salarial. En primer lugar, porque miles y miles de compañeros (centenares en nuestra facultad) siguen trabajando sin cobrar un peso, bajo el eufemismo de “ad honorem”. Pero además porque los docentes universitarios seguimos sufriendo graves condiciones de flexibilidad e inestabilidad laboral. La histórica lucha por el convenio colectivo de trabajo (los docentes universitarios somos los únicos trabajadores del Estado que carecemos de uno) ha pretendido ser bastardeada, en las últimas semanas, con la firma de un convenio que no contempla la eliminación del trabajo gratuito y la flexibilización laboral, sin equiparación salarial con los preuniversitarios. Además avanza en el formato de un “convenio por universidad” ya que deja en mano de las camarillas universitarias la aplicación o no del mismo.

En Filo, ajuste.

Como ya denunciamos desde la Naranja el año pasado, la situación en nuestra facultad está marcada por un agravamiento de las condiciones de precariedad de los docentes. La caída en la matrícula estudiantil pretende ser utilizada por las autoridades para reducir la planta docente. En un nuevo avance en la inestabilidad y precariedad laboral, se está votando sistemáticamente en contra de las “altas por bajas”, que antes se aprobaban en forma automática. Ahora, ante cada licencia, renuncia o fallecimiento, se evalúa si a la materia “le dan los números de inscriptos” para contar con un reemplazo. Lo mismo está ocurriendo con un conjunto de materias optativas, particularmente en la carrera de Historia, a la que se le ha negado la designación de docentes que son requeridos por el equipo de cátedra (¡en forma ad honorem!) para poder llevar adelante las tareas docentes. No solo el criterio que se utiliza para ello es contrario a lo votado y defendido por nuestra gremial (un docente cada cincuenta alumnos como piso, dice la gestión, en lugar de uno cada treinta, como techo, el criterio defendido desde hace más de una década por AGD-Filo). Además, es evidente que una reducción en la oferta de prácticos redunda en una mayor baja en la matrícula, ante la menor oferta horaria que desestimula a los estudiantes, ya afectados por el ajuste realizado en las becas de apuntes. Inexplicablemente, este recorte fue apoyado por los consejeros de “Movimiento por graduados” que integran la actual conducción de AGD Filo de la Lista Violeta.

La gestión que recién comienza ha profundizado la línea de la anterior. Al asumir, la nueva decana anunció que lo hacía en un “contexto difícil”, debido a que, a diferencia de lo que ocurría antes, la gestión de Filo no es aliada de las autoridades de la UBA. Con ello admitió que, durante años, cogobernaron la UBA con radicales y macristas. Pero incluso en el nuevo “contexto”, la orientación de la gestión sigue siendo la misma: una adaptación a la miseria presupuestaria y el intento de obtener “recursos propios” por la vía del Laboratorio de Idiomas y los posgrados arancelados. En una facultad con cientos de docentes ad honorem, siguen incrementándose los cargos políticos de gestión. Luego de la ruptura de la alianza política entre la lista Violeta y la gestión, que se produjo luego del alineamiento de la primera con la actual minoría de profesores, las autoridades han llegado al extremo de intentar despedir a uno de los consejeros de esa lista y representante sindical hasta principios de marzo, para crear un cargo político de gestión.

Desde la Naranja rechazamos los despidos y las “no designaciones”, advertimos sobre la gravedad de que exista persecución política en la facultad (no es el primer caso), y reclamamos la continuidad de todos los docentes en su puesto de trabajo. 

En este marco, tenemos por delante todo un plan de acción por la reapertura de paritarias, que tiene su próximo episodio con el paro nacional del martes 8 y miércoles 9 de marzo. La medida incluirá una carpa en el Ministerio de Educación, con clases públicas y actividades, durante todo el día martes. El jueves 10, en el marco del paro convocado en forma burocrática por las CGT de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, tenemos planteado sumar la participación de los docentes universitarios en forma activa, para reclamar con el conjunto de los trabajadores contra el ajuste y la caída del salario.

Te convocamos a sumarte a la Agrupación Naranja para defender tus derechos y reclamar por lo que nos corresponde.


Del 26 al 30 de mayo, elecciones en nuestra gremial 

Votá por los que construimos AGD-UBA todo el año. Votá por la Naranja.

Del 26 al 30 de mayo se realizarán las elecciones para renovar la Mesa Ejecutiva, la comisión revisora de cuentas y las comisiones directivas de las distintas facultades, el CBC y colegios preuniversitarios de la Asociación Gremial Docente de la UBA. Todos los docentes pueden votar a comisiones directivas de las facultades donde desempeñan sus tareas, y los afiliados además pueden hacerlo para la Mesa Ejecutiva de AGD-UBA.

Te convocamos a votar y a hacerlo por las listas de la Agrupación Naranja, tanto a Mesa Ejecutiva como en la Comisión Directiva de Filo. Nuestra agrupación es la actual conducción de AGD, desde la cual hemos llevado adelante una gran cantidad de peleas en defensa de los derechos de los docentes: el reclamo por los docentes ad honorem, la lucha contra las cesantías compulsivas que impone la UBA a los docentes de 65 años, el reclamo contra el descuento del 4,5% para la llamada “Caja complementaria”, la lucha por el aumento salarial, contra el impuesto al salario, por el fin de la inestabilidad de los interinatos y por un convenio colectivo real, que garantice nuestros derechos. Con este método, de participación y movilización, hemos obtenido el blanqueo de nuestros salarios, en la huelga de 2005 y la aprobación legislativa de la jubilación del 82% móvil y seguimos peleando por todas nuestras reivindicaciones.

La situación en Filo, cuya gremial es conducida desde hace seis años por la lista Violeta, es bien distinta. Durante años, mantuvieron una alianza política con el decanato, que hizo que la gremial de nuestra facultad permaneciera siempre alineada con las autoridades y limitara sus reclamos a campañas acordadas con la propia gestión (como la campaña por la “regularización salarial” o la realizada por un “reglamento de selección de interinos”). Lo cierto es que ninguna de esas campañas obtuvo resultado alguno, lo cual no sorprende: como planteamos siempre desde la Naranja, no es posible defender los derechos de los trabajadores manteniendo una alianza con las autoridades.
Para que en Filo tengamos una gremial como en la UBA, te llamamos a votar por la Naranja.

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