Los docentes universitarios de todo el país seguimos en plan de lucha por el aumento salarial, para recuperar el golpe a nuestros sueldos que representó una paritaria de dieciséis meses firmada por las burocracias sindicales a comienzos del año pasado. La chispa fue la huelga por tiempo indeterminado de los docentes de Tucumán, que ya lleva cuatro semanas. Ante la lamentable propuesta del gobierno (una primera cuota de 16,5%, luego dos más de 5%, y nada más hasta mediados del año que viene), la huelga se nacionalizó. Tras un plenario de secretarios generales realizado en Tucumán, la Conadu Histórica convocó a la huelga en todo el país. Varias asociaciones de la otra Conadu (como Rosario, Río Cuarto, Mendoza, San Luis) ya venían en huelga, en contra de su propia federación, lo cual pone de manifiesto una crisis de la burocracia que la dirección de Conaduh se niega a explotar.
La “oferta superadora” que trajo el ministro Sileoni en la siguiente reunión paritaria, en plena huelga general, consistió en reducir las tres o cuotas a dos, sin afectar el monto. La propuesta fue tan inaceptable que profundizó la crisis de las propias burocracias sindicales afines al gobierno, que se vieron obligadas a emitir un comunicado amenazando con un paro.
La batalla de Buenos Aires
En este marco de radicalización y ascenso de la huelga, que creció en la UBA con una adhesión inédita en los últimos tiempos, sesionó el lunes 23 en Buenos Aires el congreso de Conadu Histórica. Se trató de una gran batalla política que se inició incluso antes de su apertura. Por iniciativa de la Naranja y de AGD UBA, y venciendo las resistencias de la propia dirección de la federación, el congreso se realizó en una carpa instalada en la puerta del Ministerio de Educación, preparando el clima de movilización el mismo día de la reunión paritaria. Hubo una olla popular y una gran presencia de huelguistas de la UBA y decenas de compañeros llegados en micro desde Tucumán.
En el congreso se polarizaron las posiciones entre la dirección de Conaduh, por un lado, y la combativa delegación tucumana junto a los congresales de AGD UBA y otros sectores partidarios de ir a fondo con las medidas de lucha, por el otro. En un marco de fuerte movilización, fue aprobada la continuidad de la huelga casi por aclamación. La conducción logró imponer que la continuidad de las medidas no sea resuelta por otro congreso, sino por el más reducido plenario de secretarios generales. Pero fue una victoria pírrica: acto seguido, se logró derrotar a la dirección y votar la realización de dicho plenario en la ciudad de Tucumán, en lo que fue recibido por los huelguistas como un fuerte apoyo a su lucha.
Ninguna oferta: el gobierno y la burocracia, en crisis
Al término del congreso dio comienzo la reunión paritaria, que duró apenas unos minutos. Ocurre que el ministro anunció que carecían de cualquier oferta superadora de la ya rechazada la semana previa. Ante la magnitud de la crisis, que obligaría a la Conadu a cumplir con su “amenaza” de paro para el día miércoles, la paritaria pasó a un cuarto intermedio para el día martes. La AGD volvió a convocar a todos los docentes, en el marco del paro, a movilizarse al Ministerio desde las 16 hs.
El paro sigue, se profundiza, e ingresa en una etapa decisiva. Vamos con todo por nuestros reclamos.
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