martes, 3 de junio de 2014

Soberbia victoria de la izquierda clasista en AGD UBA

Con la participación de 3700 docentes culminaron las elecciones de Mesa Ejecutiva y Comisiones Internas de AGD-UBA con el triunfo de la lista encabezada y dirigida por La Naranja-PO por el 65,6% de los votos válidos.

La nueva dirección del sindicato, que contó con una votación del 45% del padrón de afiliados, quedó constituida con 9 miembros del frente encabezada por Ileana Celotto (PO en Unidad Docente) y cuatro de la lista opositora (Docentes por el Cambio). La Naranja ocupará 7 cargos en la dirección del sindicato además de dirigir 7 comisiones internas, de las que encabeza 5 y de ser minoría en 3.

Estos resultados, más 200 nuevos afiliados en la semana, consolidan al sindicato demostrando que AGD es el único sindicato reconocido por los docentes, contra el sindicato del rectorado, Aduba, y el del gobierno,  Feduba. La elección en sí misma fue un plebiscito contra la paritaria de 16 meses, firmada por las burocracias, contra el achique de la planta docente y las cesantías ilegales de los docentes de 65 años, un aval a la lucha de AGD por salario a los ad honorem y  contra el convenio colectivo de trabajo que el gobierno y rectores pretenden imponer y que consolida la precarización laboral. Un plebiscito también para el sindicato que lucha junto al movimiento estudiantil y la FUBA.

La importancia política de esta elección fue mayúscula. La oposición a la clasista Unidad Docente fue una lista integrada por Marea Popular, Rompiendo Cadenas y sectores filo K que actuaron como correa de transmisión de las gestiones universitarias y del propio gobierno. Es así que en Económicas, con una extraordinaria elección donde perdimos por 11 votos (sobre 500), tuvimos que enfrentar el aparato K que bajó a votar a 4 secretarios de estado del ministerio de economía, incluyendo al sucesor de Moreno, Augusto Costa, y hasta un  ex gerente del Banco Central. En Filosofía, donde habían ganado hace 6 años la gremial con apoyo de la gestión, nos faltaron 18 votos para recuperarla (sobre 595).

En Sociales, la madre de las batallas políticas, donde volvimos a ganar, el PO tuvo que enfrentar no sólo los votos de la gestión K -Decano, vice decano y toda su corte- y a toda Carta Abierta,  sino que DxC intentó valerse del voto de dirigentes y afiliados de Feduba, el sindicato del gobierno, en una clara maniobra para facilitar el copamiento de AGD por parte de la burocracia estatal (ver recuadro).
En resumen, como en Smata y en todo el movimiento obrero, el aparato oficial, en este caso el gobierno de la UBA, salió contra el PO y el clasismo. Quedó muy claro que la centroizquierda de Marea Popular y Cía, que no es constructora del sindicato cada día, en cada lucha de facultad, es además, agente del aparato kirchnerista de la universidad. Cabe señalar, en cuanto al campo de la izquierda, que el PTS –un grupo menor entre la docencia- reiteró su postura abstencionista como en la CTA, y no llamó públicamente a votar a la lista clasista.

En la misma semana se realizaron las elecciones de CTA en la UBA donde la lista 3, encabezada por los dirigentes del PO y de la AGD, Néstor Correa y Santiago Gándara, se impuso por el 74 % de los votos contra la lista michelista apoyada por Marea popular, PCR y aliados.

Sin haber un cuadro de ascenso de lucha entre la docencia universitaria, la elección en sí misma fue una inmensa movilización puesto que se votó 5 días de la semana, en 23 edificios de la UBA, durante 12hs, lo que permitió la suma de los 3700 docentes, una suma enorme en cualquier sindicato pero mucho en la dispersa docencia universitaria. Desenvolvimos una importante fuerza organizativa que abre las puertas de un mayor crecimiento de la propia agrupación y una consolidación de la Coordinadora Sindical Clasista en la Universidad.

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